Características de la tipografía.
Una tipografía es un conjunto de símbolos y caracteres tipográficos y una fuente es el conjunto completo de caracteres dentro de una determinada tipografía, con un tamaño y estilo determinado. Las fuentes son también archivos informáticos que contienen todos los caracteres y glifos de un tipo de letra. Por lo tanto, cuando hablamos de “fuentes” nos referimos a las familias tipográficas.
La estructura de una letra minúscula es en tres niveles, con zonas ascendentes, media denominada “altura x” una zona descendente. La “alturax” se denomina a la altura de las letras de caja baja que no poseen ascendentes ni descendentes y es la distancia entre la línea de base y la línea media.
La cantidad de fuentes tipográficas es enorme en la actualidad y aumenta a gran velocidad, gracias a las nuevas tecnologías y la demanda en diseño tipográfico. Para su clasificación y actualización hay diferentes métodos, pero actualmente se apuesta por clasificarlas según el empleo que se haga de ellas.
- Hay dos grandes grupos:
Textos de largo alcance.
Son aquellos tipos que se utilizan para leerse con facilidad en grandes bloques de texto. Se dividen además en textos para impresión y textos para lectura en pantalla.
Textos de rótulo:
Son aquellas que por su morfología pretenden llamar la atención y serian insoportables al lector en bloques de texto.
También se dividen las tipografías en textos impresos y para pantallas. Las fuentes optimizadas para lectura en pantalla tiene blancos internos más amplios, un altura equis importante y espaciado generoso entre tipos. Para cuerpos grandes se utiiza un proceso de suavizado de bordes, que añade pixeles de diferentes tonos en las curvas y diagonales. Para cuerpos más pequeños se utiliza el “hinting”, consiste en manipular la forma de la letra, haciéndola coincidir con la cuadrícula de píxeles en pantalla.
Morfología y anatomía de una letra.
La morfología externa o apariencia de una tipografía no debe de perjudicar su legibilidad, pero para considerar la diferencia entre una tipografía y un grafismo nos basamos en la consistencia de su estructura básica, cuando esta, llega a ser ilegible lo consideramos un grafismo. Una de las formas de clasificar las tipografía ha sido basada en la apariencia y en detalles de su morfología. Se clasifican en Grupos de tipografías, subdivididos en estilos que congregan a las familias tipográficas y sus variables.
Los grupos reunen tipografías con características genéricas en cuanto a la apariencia, por ejemplo con serif o sin serif, diseñadas o escritas, etc. Cada grupo se divide en estilos, estos en familias y en general las familias presentan variables respecto al tono, la proporción o la inclinación.
Para poder clasificar la tipografía, se ha realizado un estudio anatómico de la letra, donde las partes de la misma, su nomenclatura, permiten el análisis formal que determina su apariencia y contribuye a su clasificación en grupos y estilos.
El referente de este análisis es el de “Maximilien Vox (1894-1974)”, reconociendo cuatro amplios grupos básicos:
Tipografía con serif ( Roman)
Tipografía sin serif (Paloseco)
Tipografía cursiva (Script)
Tipografías decorativas (Graphic)